jueves, 12 de mayo de 2016

Todo fue un error....




Laura Berro, de Aranzadi, la marca del partido de Pablo Iglesias en Pamplona, participó en la adjudicación de un jugoso contrato público la asociación de su hermana . Laura Berro dice que su participación en la adjudicación de un contrato a su hermana fue "un pequeño error"

La concejala especial de Igualdad y LGTBI del Ayuntamiento de Pamplona,  de Aranzadi, ha afirmado que su participación en la votación de una adjudicación de un contrato a una asociación presidida por su hermana fue "un pequeño error, un lapsus" y ha asegurado que "en ningún momento hay ni mala fe, ni un deseo de favorecer a un familiar".

lunes, 9 de mayo de 2016

Barriendo pa'casa II.... lo que te quito por aquí te lo doy por allí.





Ada Colau utilizó un decreto para mejorar el sueldo de varios de sus gerentes, que iban a ver menguadas ostensiblemente sus retribuciones por la política de austeridad salarial que Barcelona en Comú (BComú) implantó tras su llegada al Gobierno municipal.

El 27 de julio de 2015, la alcaldesa de Barcelona firmó una orden por la que concedía «complementos personales» a «personal de alta dirección» que ya estaba en plantilla para «garantizar el mantenimiento de las retribuciones que venían percibiendo».
 

Según el periódico  EL MUNDO , se  ha mejorado el sueldo de siete gerentes en cantidades que alcanzan hasta los 20.000 euros anuales. Así, sueldos que iban a ser recortados hasta los 80.000 euros volvieron a superar los 90.000 e incluso los 100.000.

El caso más llamativo es el de la gerente del Instituto Municipal de Deportes, Marta Clari. En un primer decreto que establecía las «retribuciones anuales para los puestos de alta dirección» el salario de la gerente de Deportes quedaba fijado en 80.000 euros. Pero Colau utilizó ese segundo decreto para añadir a la nómina de Clari 20.451 euros, de manera que su salario final ha acabado siendo de 100.451 euros, más que el de la propia alcaldesa, que asciende a 100.000 euros, aunque Colau se ha comprometido a donar unos 60.000 a fines sociales para cumplir con el código ético de BComú.

Clari empezó a trabajar en el Ayuntamiento de Barcelona en 1990 y el pasado mandato fue gerente de Cultura para el Gobierno de CiU.

Similar es el caso del gerente del Instituto Municipal de Hacienda, Antoni Rodríguez. La retribución inicial fijada para el cargo fue de 80.000 euros, pero el segundo decreto de Colau corrigió la cifra al alza y concedió a Rodríguez, que lleva al frente de la Hacienda municipal desde 1999, un «complemento personal» de 12.096 euros, con lo que su salario acabó alcanzando 92.096 euros.

También vieron mejorada su retribución el gerente del Instituto Municipal de Mercados, Jordi Torrades, que cobra 93.793 euros gracias a un complemento de 8.793 y, en menor medida, el de Urbanismo, Jordi Campillo, que ingresa 96.413 euros gracias a un plus de 1.413 o el del distrito de Sant Martí, Josep Garcia, que, con un complemento de 1.630 euros, recibe 81.630.

Pese a ser firmado el 27 de julio de 2015, el decreto que permite estas mejoras salariales permaneció oculto y no fue remitido a los grupos municipales hasta el pleno del pasado 1 de abril. Su contenido sólo se detalló en un documento adjunto al orden del día.

Colau conquistó la Alcaldía de Barcelona prometiendo ser fiel al código ético de su partido, que fija el establecimiento de «un sueldo máximo de 2.200 euros mensuales» para todos sus «cargos electos, gerenciales y de libre designación». Sin embargo, la alcaldesa comprobó rápidamente que resultaba imposible mantener a los altos cargos de responsabilidad con esas retribuciones y eximió a los gerentes de cumplir las reglas de BComú. Aun así, impuso un recorte global de sus retribuciones del 36% lo que, aseguró, supondrá un ahorro anual de 470.000 euros al Ayuntamiento.

Según ese recorte el salario más alto sería el del gerente jefe, Jordi Martí, con 97.000 euros de sueldo, mientras que sus gerentes subordinados nunca superarían los 95.000.

Barriendo pa'casa?¿


En los protocolos de contratación pública cada vez está más extendida una máxima: no sólo hay que ser honesto, sino parecerlo. Ejemplo de lo contrario sería la manera en que Marta Ribó, hija del alcalde de Valencia, Joan Ribó, logro un contrato temporal en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) para cubrir un puesto de ingeniero agrónomo tras obtener la mejor valoración debido a un requisito que la convocatoria situó por encima de todos: la acreditación de experiencia. 

El procedimiento seguido en el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias para contratar a la hija del alcalde de Valencia, Joan Ribó, incluye irregularidades graves que, de no haberse producido, habrían impedido que Marta Ribó consiguiera su contrato de investigadora. 

Obtuvo la plaza porque se le baremó erróneamente y pasó de los 1.450 días de experiencia a los 2.900 días

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